A todos los que tengan ganas -verosímiles- de leer lo publicado en este espacio:
Cuando me propusieron crear este blog, lo primero que se me cruzó por mi mente fue que el eje del mismo debía ser paralelo y coherente con mi discurso y -por ende- con mi línea de pensamiento.
Por lo tanto, el propósito que tengo al publicar estos escritos es que colaboren en la reflexión y -por que no- en la problematización de la cotidianeidad, tan naturalizada ante nuestros ojos.
Sé que es paradójoco -para los que me conocen- que escriba por esta vía pero me supera las ganas de poder expresarme, de hacer correr voces sofocadas y nunca escuchadas, e intentaré romper con las barreras comunicacionales que nos fijan las grandes empresas de "medios de incomunicacion".
Pero obviamente para los -todavía- anclados en este sistema perverso, habrá un lugar para las anécdotas y demás cuestiones referidas a temas superestructurales.
Algo importante para aclarar, -como siempre digo, ¡Basta de la hipocresía posmoderna!- el que no quiere leer lo publicado aquí...que se retire.
¡Aguante el software libre!
Para ver una ciudad no basta
con tener los ojos abiertos.
Ítalo Calvino
TRISTEMENTE CÉLEBRE
Si le preguntarán a un argentino: ¿Qué representa el edificio de Tribunales?, seguramente –por sentido común- responderá que es el lugar donde habita la Justicia, término imprescindible para sentar las bases de un país en serio.
Pero, ¿la justicia está en estrecha relación con un país justo?, ¿o es compatible con una clase dominante y con las relaciones de poder?
Es importante aclarar que los discursos hegemónicos instalan su idea de Justicia y juzgan con otros criterios –poco profesionales-. Por lo tanto partimos de la premisa que estos discursos bajan –a través de la agencia mediática y discursos políticos- al pueblo creando imaginarios, sabiendo que quienes triunfan al ingresar por las puertas de la Justicia son solo los que tienen los bolsillos llenos de impunidad, poder y dinero, ya que no es lo mismo un joven muerto en el conurbano por la policía que otro adolescente de Barrio Parque, victima de la policía.
Por lo tanto, lo paradójico es pensar en un país justo cuando – por nuestra historia nefasta- sabemos que Argentina nunca alzó las banderas de la equidad social, política, económica e inclusive cultural. Porque al enunciar la palabra justicia habría que connotarle la acción de reducir la gigantesca brecha entre ricos y pobres, eliminar la palabra marginación, la falta de educación, acabar con el hambre, la ignorancia…Justicia es entender un estado presente y no solo la burocracia de archivar expedientes o llevar acabo –truncos- juicios políticos.
Desde los orígenes del palacio de los Tribunales, se lo pensó como mediador de los conflictos producidos entre ciudadanos de un país, es decir para dar soluciones. Lo que nunca se tuvo en cuenta fue que estas posibles soluciones serían manipuladas a favor de intereses de clase.
La última dictadura militar tuvo el trabajo de combatir la Justicia, mejor dicho, de aniquilarla con el objetivo de reorganizar a la sociedad. Los gobiernos posteriores (los llamados democráticos) la han rescatado del letargo, pero al mismo tiempo la debilitaron, hasta la agonía, la convirtieron en ficticia.
Mientras que los argentinos nos sentíamos maravillados por las luces de la post modernidad, la impunidad continuaba desmoronando el edificio de Tribunales: gatillo fácil, casos de coimas, niños desnutridos, aumentos de asentamientos y villas miserias, -es decir el capitalismo se mostraba en su fase más salvaje- y los indultos. Esto último terminaba por bajar el telón de lo que aparentaba ser la Justicia. Bajos los discursos de “no generar más violencia removiendo la mugre del pasado”, se ha logrado la acción más atroz y siniestra por parte del aparato estatal: perdón a los genocidas. ¿Como se ha permitido –desde el punto de vista de la justicia- darles el perdón a quienes han torturado embarazadas, que se han apropiado de bebés, y lo peor, bajo el terrorismo de Estado y el apoyo de la burguesía local? Este es el legado de Justicia que nos han dejado.
Hoy en pleno siglo XXI, Argentina apoya firmemente el slogan “Argentina un país en serio”, se cree un país defensor de los derechos humanos, mientras que sus políticas sociales son débiles, donde las estadísticas sobre la pobreza no asustan sino impresionan, en la era de la tecnología sigue habiendo personas sin agua, luz, viviendo en condiciones denigrantes. ¿Esto es una Argentina justa? O solo lo es por tener un lugar físico en donde llevar los problemas, mejor dicho, donde archivar expedientes sin analizar.
Pareciera que la Imparcialidad depende de una clase poderosa, de los amigos de los “amiguismos” y de los sobres blancos con dinero en su interior.
La foto del palacio de Justicia debería ser puesta en alguna muestra fotográfica con el título de “Los proyectos que tuvo Argentina al constituirse como Estado”. Una proyección cercenada.
Con respecto a la pregunta que abría este texto, es claro que hay una Justicia, la que tiene cola de diablo, la que es ciega ante ciertos casos (si se quiere la “justicia argenta”), la que cuando es llamada por personajes adversos se convierte en injusticia para el pueblo. Este edificio está en
ruinas por falta de valores, su fachada se convirtió en la cara de un monstruo sediento de impunidad, extirpado de sentimientos y amigo de los intelectuales y de aquellos que sirvieron de “mano de obra” para consolidar el plan más siniestro, el de dejar de rodillas a nuestro país, imagen que –en la actualidad- sigue latente. En suma, Tribunales es el mejor reflejo de como funciona Argentina, es decir, es una muestra gratis de la situación en que está la Justicia en nuestro país.
Si le preguntarán a un argentino: ¿Qué representa el edificio de Tribunales?, seguramente –por sentido común- responderá que es el lugar donde habita la Justicia, término imprescindible para sentar las bases de un país en serio.
Pero, ¿la justicia está en estrecha relación con un país justo?, ¿o es compatible con una clase dominante y con las relaciones de poder?
Es importante aclarar que los discursos hegemónicos instalan su idea de Justicia y juzgan con otros criterios –poco profesionales-. Por lo tanto partimos de la premisa que estos discursos bajan –a través de la agencia mediática y discursos políticos- al pueblo creando imaginarios, sabiendo que quienes triunfan al ingresar por las puertas de la Justicia son solo los que tienen los bolsillos llenos de impunidad, poder y dinero, ya que no es lo mismo un joven muerto en el conurbano por la policía que otro adolescente de Barrio Parque, victima de la policía.
Por lo tanto, lo paradójico es pensar en un país justo cuando – por nuestra historia nefasta- sabemos que Argentina nunca alzó las banderas de la equidad social, política, económica e inclusive cultural. Porque al enunciar la palabra justicia habría que connotarle la acción de reducir la gigantesca brecha entre ricos y pobres, eliminar la palabra marginación, la falta de educación, acabar con el hambre, la ignorancia…Justicia es entender un estado presente y no solo la burocracia de archivar expedientes o llevar acabo –truncos- juicios políticos.
Desde los orígenes del palacio de los Tribunales, se lo pensó como mediador de los conflictos producidos entre ciudadanos de un país, es decir para dar soluciones. Lo que nunca se tuvo en cuenta fue que estas posibles soluciones serían manipuladas a favor de intereses de clase.
La última dictadura militar tuvo el trabajo de combatir la Justicia, mejor dicho, de aniquilarla con el objetivo de reorganizar a la sociedad. Los gobiernos posteriores (los llamados democráticos) la han rescatado del letargo, pero al mismo tiempo la debilitaron, hasta la agonía, la convirtieron en ficticia.
Mientras que los argentinos nos sentíamos maravillados por las luces de la post modernidad, la impunidad continuaba desmoronando el edificio de Tribunales: gatillo fácil, casos de coimas, niños desnutridos, aumentos de asentamientos y villas miserias, -es decir el capitalismo se mostraba en su fase más salvaje- y los indultos. Esto último terminaba por bajar el telón de lo que aparentaba ser la Justicia. Bajos los discursos de “no generar más violencia removiendo la mugre del pasado”, se ha logrado la acción más atroz y siniestra por parte del aparato estatal: perdón a los genocidas. ¿Como se ha permitido –desde el punto de vista de la justicia- darles el perdón a quienes han torturado embarazadas, que se han apropiado de bebés, y lo peor, bajo el terrorismo de Estado y el apoyo de la burguesía local? Este es el legado de Justicia que nos han dejado.
Hoy en pleno siglo XXI, Argentina apoya firmemente el slogan “Argentina un país en serio”, se cree un país defensor de los derechos humanos, mientras que sus políticas sociales son débiles, donde las estadísticas sobre la pobreza no asustan sino impresionan, en la era de la tecnología sigue habiendo personas sin agua, luz, viviendo en condiciones denigrantes. ¿Esto es una Argentina justa? O solo lo es por tener un lugar físico en donde llevar los problemas, mejor dicho, donde archivar expedientes sin analizar.
Pareciera que la Imparcialidad depende de una clase poderosa, de los amigos de los “amiguismos” y de los sobres blancos con dinero en su interior.
La foto del palacio de Justicia debería ser puesta en alguna muestra fotográfica con el título de “Los proyectos que tuvo Argentina al constituirse como Estado”. Una proyección cercenada.
Con respecto a la pregunta que abría este texto, es claro que hay una Justicia, la que tiene cola de diablo, la que es ciega ante ciertos casos (si se quiere la “justicia argenta”), la que cuando es llamada por personajes adversos se convierte en injusticia para el pueblo. Este edificio está en
ruinas por falta de valores, su fachada se convirtió en la cara de un monstruo sediento de impunidad, extirpado de sentimientos y amigo de los intelectuales y de aquellos que sirvieron de “mano de obra” para consolidar el plan más siniestro, el de dejar de rodillas a nuestro país, imagen que –en la actualidad- sigue latente. En suma, Tribunales es el mejor reflejo de como funciona Argentina, es decir, es una muestra gratis de la situación en que está la Justicia en nuestro país.
Destacado de la semana (perdón por esto!!):
A ustedes, sí a las bazofias...que les pasa cuando no quiero salir, me crucifican y cuando estoy motivada para hacerlo...me critican...¿quien los entiende?...sí, haganse cargo...Nani y Charly...o para que los vayan conociendo Charly (el cerdo capitalista) y Nani (la apátida)...
Ella con sueño y el otro indeciso con respecto a su cumpleaños...y además afendido...
Chicos, un consejo: ¡Haganse hervir!
Pero igualmente los quiero.
6 comentarios:
aver aver aver....
como es esto de ir bardeando por ahí?? Uno no puede estar un poco indesciso con respecto a su cumpleaños??? eh?? EH???
Todavia no se que voy a hacer, pero haga lo q haga, mejor que vengas, por q sino ya sabes la maldición que te comes! y si llegas tarde te meto una patada de regreso a zurdolandia! jajaja
Con la otra apatica que se duerme mientras hablamos todo mal tambien!
jajaja, aver si nos juntamos de nuevo con un poco mas de 4 horas de sueño!! y nos vemos por fin virgen a los 40!
un beso nena!
Charly (CERDO CAPITALISTA ORGULLOSO)
Meryyyyyyyyyyyyyy!!!!!!!!!!!!!
(...)
Muy conmovedor, polémico y tristemente verídico el relato (porque yo si lo leí!!!!... solo para entendidos...), quizás si no olvidamos las cosas que sucedieron y empezamos a usar la historia como una herramienta para aprender a través de los errores pasados entonces el futuro no estaría totalmente perdido... (es trillado pero es así, un pueblo sin memoria es un pueblo que involuciona)
(...)
Ahora si, no soy apática!!!!!!!!!!! estaba cansada nomás, y nada, mery me encanta que quieras vernos y salir y boludear porque para eso están los amigos para pasarla bien y reirte de cualquier estupidez ;)
Nena sabés que te adoro!!!!!!! te super quiero!!!!!!!!!!! y con todos tus rayes y excentricidades jamás te cambiaría... Mery sos única y esa es tu gracia!!!!!! ;)
Te quiero muchísimo my dear friend!!!!!!!!!!!! y al cerdo capitalesta también!!!!!!! jajaja somos los tres divinos!!!!!!!!!!!! =)
Besotes
Nany (apática...)
muy bueno que hayas encontrado un lugar donde gritar sin que nadie te mire raro. jajaja!
los topicos son muy realistas. algun dia llegaremos al poder y la palabra justicia va a dejar de ser solo una abstraccion intangible para transformarse en hechos y realidades. kiero un pasaje a la zurdolandia en que los zurditos(valga la redundancia) se preocupan por estudiar y ayudar al que quiere estudiar y no seguir bancando esta donde se la pasan en sus puestitos chupando mate y contradiciendo su discurso atacando a la democracia y a la libertad de acceso.
saludos.
nos vemos.
Eva.
Para el tal charly aver aver aver...No sera haber haber haber como mueve la colita...eh?????
A me olvidaba para Jazmin...(soy alias El barbaro)Y tambien Marxista,Leninista)Te saludo Kamarada estudiante
Mery.. me alegra que hayas hecho este espacio para expresarte. Desde que te conozco admiro tu forma de mirar la realidad..de no tener miedo de decir cual es tu postura..tus puntos de vista..aunque yo muchas veces no coincida, claro. Pero admiro aún más que tu sensibilidad trascienda las palabras y el discurso que puedas llegar a dar sobre un determinado tema, porque más alla de eso, sentis cada una de tus palabras ..¿ Cuanta gente habla de derechos, de pobreza, de justicia y no es más que puro discursito barato?..pero sé que vos no...vos sos capaz de dar y darte por el otro o por una sociedad un poquito mejor... y eso habla muy bien de tu persona, mery.
Bueno este blog da muestra de lo grossa que vas a ser en el futuro...Segui escribiendo ehhh...Te quiero mucho!
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