Perdido en una librería marplatense encontré un libro muy interesante acerca del la vida de Ernesto Guevara. Insisto, estaba perdido entre una parva de libro comerciales, hasta incluso superfluos, podemos hablar de una vulgaridad pensar que estuvo mezclado junto con pavadas.  
El material en cuestión se llama Che inmortal de Mariana Vicat (edición Libertador) y consta de anécdotas del Che cuando niño, sus formación intelectual, su lucha y su deceso. El relato es altamente conmovedor para mí, y al leerlo me emociona y me hace sentir orgullo, de admirarlo, de tenerlo como referente, orgullo es eso.
Y quiero traer un pensamiento –incluido en el libro- de otro grande:
Yo tuve un hermano
       Yo tuve un hermano
       No nos vimos nunca
       Pero no importaba
       Yo tuve un hermano
       Que iba por los  montes
       Mientras yo dormía
       Lo quise a mi lado 
       Le tomé su voz
      Libre como el agua
      Caminé de a ratos
      Cerca de su sombra
      No nos vimos nunca 
       Pero no importaba
       Mi hermano despierto
      Mientras yo dormía
      Mi hermano mostrándome
      Detrás de la noche
      Su estrella elegida
Julio Córtazar 
París, 29 de octubre de 1967
DESTACADO DE LA SEMANA:
Inundaciones otra vez en el norte argentino, en Salta, digo otra vez porque las obras para que no desborde el río Pilcomayo nunca se hicieron, nunca se proyectaron. La imagen es pobreza + pobreza + inundación + NATURALIZACIÓN.
¡A ver políticos de mierda!, estoy cansada de expresar lo mismo, basta de negligencia, vuelvan de Punta y empápense con el sufrimiento ajeno, basta de clientelismo, y laburen por esta patria alguna ¡PUTA VEZ!
 
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