domingo, 1 de abril de 2007

2 DE ABRIL DE 1982: MALVINAS

Hoy me acorde de mis años en la escuela primaria (para que tengan una idea, transcurrió en la década del 90), específicamente, cuando – en cada nuevo aniversario de esta “guerra”- nos señalaban la imagen de las Islas Malvinas pintada con los colores de nuestra bandera e incluso nos enseñaban una canción que hacía alusión a la soberanía que teníamos sobre ellas. El concepto transmitido era sencillo, los maestros me decían que ese territorio nos pertenecía y punto. Pero estos discursos los absorbía con la mirada ingenua de una niña, en este momento –después de haber leído, analizado, escuchado testimonios de ex combatientes y con la extracción de una conclusión – siento que los años no han pasado, quiero decir, seguimos pensando igual que hace 25 años atrás, o peor, mi gran interrogantes es saber si los argentinos sabemos el por qué del desembarco de aquellas “tropas” al suelo inglés. ¿Tenemos alguna vaga idea –no oficialista- del motor de este enfrentamiento (aunque ¿puedo decir enfrentamiento?, porque este término supone dos rivales…yo visualizo a uno solo, al que le pusieron todas las fichas: Gran Bretaña. País que combatió con jóvenes CIVILES)?
El conflicto Malvinas fue el principio del fin –esto es lo único favorable de esta guerra- para el régimen genocida-militar de 1976. Luego de seis años, el 30 de marzo de 1982, se produjo la primera manifestación –importante- en contra de esta dictadura. El clima era desfavorable para las “botas”, sus órdenes eran insignificantes para un pueblo que fue brutalmente apaleado en Plaza de Mayo, por la policía en aquel 30 de marzo. Lo paradójico es que dos días después esa Plaza fue utilizada como escenario para decirle nuevamente SI al gobierno de facto. Porque el personaje indescriptible de Galtieri anunciaba – a ese lugar colmado de argentinos- la invasión al terreno inglés. Hasta acá, es la historia que conocemos, nada distinto. Pero lo interesante es que el planeamiento de la guerra se venía gestando hacía dos meses atrás, y que la movilización fue “la gota que rebalsó el vaso”, apelaron al ferviente nacionalismo, al golpe bajo, apuntaron a un tema válido, a recuperar algo que nos robaron, algo nuestro, pero con una forma errante y dirigido por personas non gratas. Es decir, utilizaron ese sentimiento para buscar consolidar sus intereses y perpetuarse (como así lo quería Galtieri) en el poder, si ganaban, todo cerraba perfecto…pero la historia se suscitó de otra manera. En cuanto a las cuestiones políticas, tanto Argentina como Inglaterra estaban bajando violentamente por un precipicio, próximos a sufrir un fuerte golpe, un poder debilitado y caído a pedazos, en donde una maniobra política podía salvarlos de esta situación, o sea, la idea era “salir lo más airosos posible” del lodo. Lo que quiero significar es que les importaba literalmente un carajo, el derecho que tenemos sobre las Islas, solo buscaban fortalecer su imagen política y conseguir el menor castigo por lo hecho años antes. Algo importante, los hegemónicos del Norte brindaron su apoyo al país imperialista, olvidando y como se dice “dejando pagando” a Galtieri y a sus favores en otras circunstancias. Y los medios de comunicación, como siempre, no originales, fueron durante toda la guerra funcionales a los militares, promoviendo el éxito y fabricando noticias favorables para la gente, el típico y tristemente célebre: “Estamos ganado”.
Lo que busco remarcar es el tema de los pibes que combatieron, esa huella que duele, como las otras atrocidades que dejó este delirante proceso. Duele como argentinos porque muchos de esos jóvenes –que algunos con la colimba “corre, limpia, barre”…¿Qué puede salir de eso, no?...y otros sin nada- fueron a pelear con la idea de hacerlo por la Patria, por su país. Lo que ignoraban, era el trasfondo político, el verdadero objetivo, era que unos hijos de putas los habían enviado al matadero. Por testimonios de ex soldados, se que pisaron suelo extranjero con muchas ilusiones y –como todo adolescente- creyendo que iba a ser algo fácil, desconociendo a que infierno los bajaron, sin saber lo que era “matar a otro porque sino me mata a mi”, sin conocimiento de lo que era el miedo, lucharon todo el tiempo solos en ese lugar que irónicamente les pertenecía pero que por el año 82 se había convertido en su peor enemigo, el frío que como un cuchillo cortaba la piel, los suelos húmedos, los pozos de zorro que inmediatamente se inundaban con el agua helada que brotaba de la tierra, el hambre que llegaba al límite de la locura, el miedo –acentuado en una persona que todavía no es adulta- la sensación de muerte o la muerte que no llega, los compañeros muertos o lo que es peor, los chicos mutilados por los bombardeos, estar escondidos en medio del agua, la soledad, la desigualdad en el combate y los responsables que estuvieron uno o dos días allí y luego se fueron dejando a estos pibes a la deriva, indefensos ante una mole sumamente entrenada para obtener buenos resultados en un conflicto bélico. Se me cruza por la cabeza la idea de que los que –supongo- sabían manejar las armas hubiesen dormido un día en el agua, que viviesen el hambre, el frío, que hubiesen estado en el hundimiento del General Belgrano, estar en la locura. Porque así comprenderán, como fue la guerra. O lo que es estar en una guerra y no irse cuando las bombas llegan.
Cuando esta parodia termino, ganó la pulseada Margaret Thatcher (permítanme darme esta licencia y decirle, esta vieja de mierda) y los chicos que “sobrevivieron” fueron tomados como prisioneros por los ingleses – muchos de ellos, utilizados para saber si los campos estaban minados o no- y lo ridículo es que en su país empezó lo peor. Ellos venían luego de cincuenta y tantos días de sufrimiento con la esperanza de ser recibidos por una multitud (como cuando en la Plaza se anunció la noticia de la invasión), es decir, el reconocimiento de la gente por la que pelearon, por la que murieron otros pibes, y los argentinos les regalaron la indiferencia, el olvido y el rencor. Muchos de estos combatientes se resignaron al silencio y a ocultar que fueron soldados de Malvinas. Les dieron la espalda a unos chicos que no superaban los 20 años ¿Es triste, no?
Actualmente, algunos pudieron reconstruir sus vidas –haciendo el esfuerzo de recordar lo menos posible lo que pasó allá, con los piratas-, otros forman parte de la lista de los suicidios de la pos guerra. Sí, suicidios efectuados por culpa de un Estado y de sucesivos gobiernos que los han ignorado, sin darle atención psicológica, manoseándolos, dejando en un segundo plano que los que estuvieron ahí fueron estos chicos y no los “pensantes” que se divertían detrás de un escritorio.
Hoy el saldo de muertes alcanza las 641 víctimas, una gran parte de estos héroes están allá, muchas son tumbas sin nombre, en un lugar donde nadie se acerca, esta alejado, y me pregunto ¿por qué están ahí?, ¿por qué sus familiares no pueden tener un espacio para llorarlos acá?, qué hacen ahí solos, olvidados…es cierto, están en su lugar, en mi lugar, en nuestras Islas, porque siguen siendo nuestras, nos las robaron...lo asqueroso es ver que la soberanía fue una excusa, que los muertos fueron otros porque el 14 de junio los militares dijeron basta, estos cobardes no se enfrentaron con los soldados ingleses, y que pasó, ¿Por qué no aplicaron el mismo método que utilizaron para dar de baja a otros argentinos?...quizás Astiz tenga la respuesta.
En fin, hoy las islas están ocupadas por los ingleses, han pasado 25 años pero ellos no quieren ni siquiera hablar de esto, menos negociar la soberanía. No me importa el contexto, se que hubo chicos que murieron en vano, por culpa de unos cuantos hegemónicos, siempre buscando resignificar su supremacía, aplastando a los oprimidos…sin importar los medios.
Las Malvinas son nuestras, y no hago apología de la violencia, nos pertenecen…no quiero otra vez chicos muertos, solo busco que nos devuelvan lo que se llevaron.
641 muertes….¡NUNCA MAS!...Malvinas fue el último episodio de la masacre que iniciaron unas bestias que hoy siguen impunes, o están “presos” en sus casas con una rejita en la ventana…juicios parados por la cámara de casación compuesta por corruptos…No soporto tanto manoseo, basta de pisotear a los muertos por el terrorismo de Estado.
Todo mi respeto para los que han pasado por ese infierno.

DESTACADO DE LA SEMANA:

A ustedes chicos, Nani y Charly, que cada vez que pego el grito “che, ¿me ayudan?”, están ahí para bancarme, ayudarme y siempre darme lo mejor. Los quiero mucho…y los voy a extrañar cuando me vaya a Mar del Plata…Gracias, por las fotos…porque pusieron todo!.



1 comentario:

Charly dijo...

Maryyy, me lo leí todo!
Muy buena expresión como siempre..
Estaría bueno que algún día te dediques a escribis un comentario carta de lectores de La Nación (yo te lo llevo) para que mas gente pueda leer esto.

Un beso nena.

Pd: y??? Como fue lo de las fotos???